Estas son algunas de las ventanas por donde mirar. Son ellas las que me han ido encontrando en puntos muy distantes de la geografía ibérica, y, en algunos casos, algo más allá.
La ventana es doble realidad. Funde interior y exterior. Es frontera ambigua. Protege, vela, ilumina y muestra. Siempre asociada a la respiración y a la luz, es de naturaleza claramente espiritual. Como el rostro de las personas.
La ventana "es" o existe por aquello que deja ver a través de ella. Su esencia es estar vacía de sí misma y tranparentar todo lo demás. Es su ser "a-través-de-la-cual" lo que la hace tan importante en nuestros hogares y edificios. Es símbolo del destino humano, y también del ser humano mismo.
Cuando abrimos una ventana, abrimos los pulmones, abrimos el abrazo, abrimos la posiblidad de ver a lo lejos. Limpiamos el aire enrarecido, refrescamos y renovamos. Abrir una ventana es signo de confianza, de comunicación, de aceptación y búsqueda.
Ojo y ventana. Pulmón y ventana. Mano y ventana. Abrir y cerrar. Unir o separar.
Muro transparente y delicado. La ventana soporta el mismo peso que el resto de la pared. Pero es esa "fragilidad" suya la que la hace pertenecer a un nivel ontológico superior, pues por ella tiene capacidad de visión. Es la transmutación del muro; el modo en que el muro aparecería ante nuestros ojos si pudiera mostrar todo lo que está llamado a ser.
Inocencia o seducción, la ventana es de naturaleza doble. Géminis. Su labor para el rostro es múltiple... ocultarse, cotillear, empañar, deslumbrar, observar, descansar, reflejar...
Siempre me pareció que las ventanas encierran un misterioso rincón de la vida íntima de las personas. El lugar donde su casa, sin darse definitivamente, se abre al mundo... Es como un punto de engarce entre la privacidad de la vida familiar, y el contacto con el exterior social. De igual modo la ventana manifiesta algo del modo en que una persona o una familia quiere aparecer ante el mundo. Es como un carnet de identidad familiar: ostentosa, sencilla, altiva, amigable, estrecha, generosa, engalanada, pobre, impenetrable, abierta, oscura, luminosa...
Los cuentos infantiles están llenos de ventanas. Las princesas y los reyes; los magos y los caballeros; las hadas y los duendes siempre miran y se muestran a través de las ventanas.
Piel de los edificios. Piel de doble vuelta. Membrana de dentro y membrana de fuera. Permite el paso de las formas, pero no de la materia, el paso de la luz, no de los cuerpos.
Ventana y construcción. Ventana y civilización. Ventana como soporte, como diseño, como arquitectura, como solución.